miércoles, 31 de octubre de 2012

Ejemplos: Deficiencia, Discapacidad y Minusvalía


Ejemplos:

La deficiencia puede desencadenar en una discapacidad temporal o irreversible, que puede impedir comunicarme.

La deficiencia de un miembro inferior puede ocasionar una discapacidad que dificulte para caminar y desplazarse y por ende crear una minusvalía de movilidad reducida, dificultad de integración social, etc.

La minusvalía.- Tiene que ver más con lo social, con las tareas diarias. Los recursos personales, son muy importante para salir de cualquier situación.

La deficiencia es la pérdida de un pecho; la discapacidad podría ser la movilidad del brazo, la ansiedad, etc.; la minusvalía, la relación entre madre y lactante (hijo), dificultad de integración social, etc.

Deficiencia que no conduce a limitación en la actividad ni a un problema de participación:

Un niño nace sin una uña. Esta malformación es una deficiencia de estructura pero no interfiere con las funciones de la mano del niño o en las actividades que el niño realiza con sus manos, por lo tanto no existe limitación en la actividad.

De la misma manera puede no existir restricción en la participación – tal cómo jugar con otros niños sin ser ridiculizado o excluido por causa de esta malformación.

 

Deficiencia que no conduce a limitación en la actividad pero sí a un problema de participación:

Un niño diabético tiene una deficiencia de función; el páncreas no funciona y no produce insulina. La diabetes puede ser controlada con medicación (ej. insulina).

Cuando el nivel de insulina está bajo control no existen limitaciones en la actividad asociadas con la deficiencia. Sin embargo, el niño con diabetes puede experimentar un problema de participación al ser incapaz de comer azúcar y no poder involucrarse en comidas con compañeros o amigos.

Otro ejemplo puede ser el de una persona con vitíligo en la cara y que no tenga otros problemas físicos. Este problema no produce limitación en la actividad. Sin embargo, la persona vive en un entorno donde las actitudes hacia el vitíligo son tales, que se toma por lepra y se considera contagioso. Esto lleva a una restricción significativa en la participación en las relaciones sociales.

 

Deficiencia que conduce a limitación en la actividad y – dependiendo de las circunstancias – a problemas o no de participación:

Una variación significativa en el desarrollo intelectual es una deficiencia mental y puede conducir a alguna limitación en varias actividades individuales. Los factores contextuales pueden afectar el grado de participación de la persona en diferentes áreas de la vida. Por ejemplo, un niño con este tipo de deficiencia mental podría experimentar pocas desventajas en un entorno controlado, donde tuviera que realizar una serie de tareas simples pero necesarias. Un niño similar que creciera en un entorno competitivo y con altas expectativas escolares, podría experimentar restricción en la participación en varias situaciones sociales sofisticadas.

 

Deficiencia experimentada en el pasado, que no conduce a limitación en la actividad pero puede causar problemas de participación:

A un individuo que se ha recuperado de un episodio psicótico agudo y que sufre el estigma de ser un “paciente mental”, puede que se le deniegue el empleo o la aceptación social.

 

Diferentes deficiencias y limitaciones en la actividad que conducen a problemas similares de participación:

Un problema de participación en la vida laboral puede existir porque la persona puede no ser contratada para un trabajo en la creencia de que la paraplejía le impide la realización de las tareas requeridas para ese trabajo. Otra persona con una paraplejía menos severa que pueda desempeñar las tareas necesarias de un trabajo, puede no ser contratada porque se han llenado las cuotas de empleo para personas con discapacidades. Una persona que es capaz de desempeñar las tareas requeridas para la actividad laboral, puede no ser contratada porque él o ella tienen una discapacidad que es aliviada con el uso de una silla de ruedas, pero el lugar de trabajo no permite la entrada de una silla de ruedas. Otro usuario de silla de ruedas puede ser contratado para el trabajo y ser capaz de realizar las tareas laborales, pero pueden estar restringidos en su participación en aspectos del empleo tales como la relación con sus compañeros, a causa de que el acceso a las áreas relacionadas con el descanso laboral no está disponible. Esta restricción social en el lugar de trabajo puede impedir el acceso a oportunidades laborales futuras.

Presunta deficiencia que conduce a restricciones en la participación sin limitación en la actividad:

Una persona ha estado trabajando con pacientes que tienen SIDA. Esta persona está sana pero debe someterse a periódicos análisis de VIH. Esta persona no experimenta limitaciones en la actividad, pero la gente que le conoce sospecha que puede haber adquirido el virus y le evitan. Esto conduce a importantes restricciones en la participación social.

Deficiencias que actualmente no están clasificadas en la CIDDM-2 y que conducen a restricciones en la participación:

Una persona cuya madre ha muerto de cáncer de mama tiene 45 años y voluntariamente realizó los análisis encontrando que portaba el código genético que la pone en riesgo de padecer cáncer de mama. No tiene problemas en la función o estructura corporal, ni limitación en las actividades pero se le ha denegado el seguro de salud de su compañía a causa de su mayor riesgo de cáncer de mama.

Ejemplos adicionales

Un niño de 10 años es enviado a un fonoaudiólogo/logopeda con el diagnóstico inicial de “tartamudez”. Durante la exploración se detectan problemas relacionados con discontinuidad en el habla, aceleraciones inter e intra-verbales, problemas en el tiempo de los movimientos del habla y ritmo del habla inadecuado (deficiencias). En la escuela presenta problemas relacionados con leer en voz alta y con iniciar una conversación (limitaciones en la actividad).

Durante las discusiones en grupo, no toma la iniciativa para participar en las discusiones (restricción en la participación).

 

Una mujer con un síndrome de “latigazo” cervical desde hace meses, se queja de dolor en el cuello, dolores de cabeza severos, mareos, fuerza muscular reducida y ansiedad (deficiencias). Con frecuencia tiene problemas para andar, cocinar, limpiar, manejar una computadora y conducir un coche. En su última consulta médica se decidió esperar a que sus problemas disminuyeran antes de volver a su antiguo trabajo (restricción en la participación).

 

Un hombre de 70 años con “codo de tenista” es enviado a un terapeuta físico. El paciente se queja principalmente de no poder practicar su deporte favorito mientras la liga sigue abierta (restricción en la participación). Tiene dolor en el antebrazo, la fuerza de presión ha disminuido y sufre hipoanestesia de la mano (deficiencias). Es imposible que practique el revés (limitación en la actividad); otras actividades son posibles pero dolorosas.

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